04 March 2014

El Remedio Del Amor

Tengo un secreto.

Estoy divorciada.

La iglesia suela tratar individuos divorciados como artefactos quebrados que necesitan reparación.  Algunas iglesias pretenden que no existimos; nos colocan en una gabineta de curiosidades para un tiempo no determinado, porque no están seguros como nos encuadramos en su concepto del estado social aceptable para los Cristianos.  Algunas iglesias creen que un poco consejo psicológico y terapia en grupo será el pegamento que reconstruirá los pedazos de nuestras vidas y que con un poco "ayuda espiritual" estaremos listos para enfrentar la vida con toda fuerza como si no habíanos pasado nada.  Algunas iglesias están tan incomodos de ver una persona cristiana soltera que se nombran cúpidos santos con una misión divina para hallar futuros esposos para nosotros (porque, por supuesto, es bíblico que un hombre y una mujer son más útiles para el Señor cuando estén con su media naranja [dime por favor, ¿donde está esa escritura, con referencia?]).

Yo he experimentado todas estas reacciones, y muchas más.

Yo era pastora y misionera.  Todos sabian que mi relación con mi esposo estuvo tenso y desequilibrado, pero nadie sabía como acercarme y preguntarme el por qué.

Nadie vió los morotones que cubrieron mi abdomen y brazos.  Nadie percibió mi dolor de haber perdido dos hijos a causa de la violencia.  Nadie escuchó los nombres vulgares que me resonaron cada día desde la profundidad de mi alma, y nadie vió el fracaso que ví en el espejo cuando miraba a la mujer que no defendía a si misma.

Nadie vió la pornografía, o los correos electronicos, o los videos.  Nadie escuchó mis llantos a Dios cuando dí cuenta que yo no era la única mujer que compartía el corazón de mi esposo.  Nadie sabía de las noches que me quedaba sola en la cama, preguntándome si esa sería la noche que me dejaría (y la culpa que sentía porque yo quería que me dejara en paz).

Y absolutamente nadie esperaba el día cuando decidí que ya bastaba y yo le resistí, una decision que incluía huir de mi hogar y hallar ayuda y refugio; ni esperaba mi desbordamiento de alivio afligido cuando se hizo público su compromiso con la nueva mujer solo un mes después el divorcio.  Por fin, alguién lo sabía.

Individuos divorciados no son artefactos quebrados.  No se curan con terápia en grupo o consejo psicológico.  No necesitan servicios de citas de parte de la iglesia.

Jamás los convencerás que su vida tal y como la conocen no ha terminado.  No puedes mejorarlos.  No puedes esforzarlos a mover adelante.

Solo los puedes amar.

En los últimos cuatro años, he estado grandemente bendecida por el amor de una iglesia que me rodeaba y me abrazaba tal como yo era: quebrantada, triste, dolida, confundida, y desconfiada.  No intentó a consejarme a través de mi depresión, o sacarme de mi soltería. Solo me amaba y me aceptaba.


Personas no necesitan estar reparadas.
Necesitan a Jesús.

Yo le conocí a Jesús como mi salvador, pero yo necesitaba un nuevo encuentro con Él; en ese momento, yo necesitaba conocer mi salvador como mi amado.  Jesús me encontró frente a frente; Él vió mi ser quebrantado y aún me quería. En ese momento yo entendí que yo tenía un Esposo que jamás me abandonaría.  Entendí que tenía un futuro.  Entendí que Alguien me amaba.  Yo sentí ese amor a través de mi iglesia, mis amistades, mi familia, y mi intimidad con mi Creador.  Mientras sané, comencé a soñar de nuevo; y mientras soñé, comencé a vivir de nuevo. 

Gloria a Dios, después cuatro años de soltería, estoy viva.  Se quién soy de nuevo.  El camino no ha sido facil - ha estado cubierto con piedras y aún rocas inmensas que han sido de tropiezos - pero Jesús me ha tomado de la mano y me ha llevado al otro lado.

Mi futuro ya está escrito por mi Creador, y me lo narra un poco más cada día.  He hallado confianza y independencia. Trabajo en una carrera que me gusta mucho.  Descrubí que Dios me ha llamado a predicar y enseñar, y me asombran y me humillan las puertas que me ha abierto para usar esa unción para su gloria y honra.   Dios ha traido un maravilloso hombre a mi vida, y estamos soñando del futuro juntos y esperando en Dios para la vida que nos está construyendo.

Dejas los intentos de reparar las personas, porque jamás funcionarán.  Haz tu trabajo y permites que el Espiritu Santo haga lo suyo: tu trabajo es simplemente amar, y Dios hará lo demás.  Amas a todas personas sin condición: no importa lo que pueden hacer para ti; aún cuando rehusan visitar su iglesia; aún si jamás dan sus diezmos o ofrendas; áun cuando rechazan tu exhortación y consejo; aún cuando parece que no se cambien.  El cambio quizás será lento, pero para los quebrantados del corazón, amor es el mejor remedio.  Tu amor les guiará a Cristo, y Él moldeará su quebrantamiento en algo hermoso y completo que encuadra perfectamente con la historia que Dios ha escrito para sus vidas.

2 comments:

  1. Hermana,muy conmovedor su testimonio,como haría para que mi hermana se acercara?? Sería de mucha ayuda para ella ,gracias por publicar sus sentimientos

    ReplyDelete
  2. Thank you for sharing what you have been through and your heart. God bless you Lacy

    ReplyDelete